Resiliencia de los sistemas productivos en los ecosistemas de páramo vulnerables al cambio climático con enfoque de género
Resiliencia de los sistemas productivos en los ecosistemas de páramo vulnerables al cambio climático con enfoque de género
El proyecto que desarrolla el Fondo para la Protección del Agua (FONAG) en Ecuador con las comunidades de Santa Ana y Loreto del Pedregal, y que arrancó en febrero de este año con el apoyo de Fundación Futuro Latinoamericano (FFLA) y la Alianza Clima y Desarrollo (CDKN por sus siglas en inglés), ha tenido importantes avances durante estos meses.
FONAG ha apoyado una serie de talleres de fortalecimiento de capacidades e intercambios en temas de liderazgo, comunicación, fortalecimiento organizativo y género con pobladores de las comunidades, quienes han venido participando con gran interés y compromiso. Es así que el pasado jueves 22 de agosto, se reunieron nuevamente para conocer los resultados del análisis que desarrolló el proyecto sobre el riesgo climático al que están expuestos los páramos, los pastizales y los cultivos de estas localidades por fuertes heladas, granizadas, vientos y sequías, entre otros.
El análisis se hizo desde un enfoque de género e inclusión social y concluye que el principal impacto de dichas amenazas climáticas es la baja producción de leche y la pérdida parcial o total de los cultivos, lo que afecta los ingresos que reciben las personas de las dos comunidades. Esto, por ende, tiene un impacto en la economía familiar, afectando principalmente a las mujeres, quienes no cuentan con ingresos adicionales y dependen de actividades agroproductivas.
Durante el espacio de discusión provisto en este taller, las comuneras y los comuneros de Santa Ana y Loreto corroboraron los resultados de este estudio, transmitiendo sus preocupaciones y percepciones respecto a los cambios en el clima que han sentido y cómo les ha afectado. Varias personas coinciden en que los glaciares del Cotopaxi, por ejemplo, se visualizan hoy en día disminuidos, y la mayoría enfatiza que hay una gran falta de agua y mucha sequía en toda la zona, así como cambios extremos con demasiado frío o mucho calor. Esto ha incidido en la desaparición de sapos y lagartijas, en la quema de pajonales y páramos y en la pérdida de los cultivos, con el agravante de que las mujeres son quienes principalmente deben afrontar estas situaciones, puesto que los hombres salen a la ciudad a trabajar.
Una vez identificada la problemática, el proyecto estableció una serie de criterios técnicos que permitieron la identificación de áreas prioritarias para implementar medidas de adaptación basada en ecosistemas (AbE). Estos incluyen: 1) fincas con un nivel alto de riesgo climático 2) participación continua en los talleres de fortalecimiento de capacidades ofrecidos por el proyecto, 3) predisposición para implementar cambios sostenibles en las fincas, 4) que las fincas sean manejadas principalmente por mujeres.
Con base en el cumplimiento de dichos criterios, cinco predios de las dos comunidades empezarán la implementación de medidas AbE con enfoque de género e inclusión social, con el propósito de conservar y recuperar los páramos y la vegetación arbustiva, así como de implementar buenas prácticas de producción agropecuaria con las mujeres, como principales beneficiarias, con acciones de ganadería regenerativa.
El proceso desarrollado a la fecha ha pasado por una fase de diagnóstico y simultáneamente por una de fortalecimiento de capacidades, lo que ha permitido robustecer organizacionalmente a las dos comunidades, para que mujeres y hombres amplíen sus conocimientos y experiencias y concienticen sobre la importancia de los ecosistemas y el cuidado de sus páramos. Al momento, está el camino listo para pasar de la planificación a la acción, mediante la implementación participativa y colaborativa de acciones en sus territorios que apunten a conservarlos, a reconocer y valorar el rol preponderante de las mujeres en estos procesos y a mejorar sus medios de vida de forma más sostenible.
