Informe de Politica: Agenda de Seguridad Amazónica
Informe de Politica: Agenda de Seguridad Amazónica
La Amazonía es una extensión de bosque tropical de más de 550 millones de hectáreas (ha) y es compartida por ocho países. Sus recursos naturales abundantes y servicios ecosistémicos respaldan la seguridad del agua, energética y alimentaria, así como la prosperidad económica en la región. En particular, este bioma es fundamental para garantizar la mitigación climática y para asegurar los recursos hídricos, reciclando las precipitaciones, purificando y regulando los flujos de agua, que son esenciales para la producción agrícola, industria, generación de energía y bienestar humano.
Puntos claves
• Las políticas de desarrollo nacional necesitarán reconocer y representar la importancia estratégica del bioma Amazónico y sus servicios ambientales - particularmente el agua - en futuras agendas de seguridad energética y alimentaria.
• La confianza en los recursos hídricos para la producción de biocombustible y generación de hidroenergía, junto con mayores demandas por parte de la industria y centros urbanos, es un factor unificador en las políticas sectoriales y realza la necesidad de reforzar las agendas de gestión integral del agua en la Amazonía.
• La Amazonía contiene dinámicas y realidades sub-regionales particulares - en términos de infraestructura, acceso a la asistencia técnica, capital crediticio y humano - que requieren modelos de desarrollo diferenciados e instrumentos de política a medida.
• Los planes de zonificación granular y del uso de tierra, pueden respaldar la implementación de políticas y oportunidades directas hacia la producción agrícola sostenible, restauración forestal y manejo de recursos en conformidad con la capacidad socioeconómica.
• La mejora de los sistemas de transparencia y monitoreo de la cadena de suministro es un paso crítico para identificar las interdependencias entre los actores que han compartido el interés e impacto sobre los panoramas productivos en la región.
• Los recientes compromisos públicos-privados y promesas financieras para abordar la deforestación, ofrecen una oportunidad para alinear el desarrollo nacional actual y los planes climáticos y financian la implementación de estos instrumentos de política clave.
• En este contexto, los esfuerzos son necesarios para reforzar la inclusión de salvaguardias socio-ambientales en mecanismos de financiamiento público-privado para incentivar la transición a prácticas y cadenas de suministro más sostenibles.
• La cooperación regional es necesaria para reducir y revertir la degradación ambiental y abordar el problema de las fugas en los ecosistemas de los Andes-Amazonía-Cerrado, y para apoyar la gestión transnacional de cuencas.
• La generación y reforzamiento de plataformas existentes (por ejemplo, CIAM, GCF, ACTO) que unen actores clave incluyendo gobiernos nacionales y subnacionales y el sector privado para mejorar la coordinación e integrar el nexo agua-energía-alimento (WEF por sus siglas en inglés) serán fundamentales.