Pronunciamiento Institucional sobre incendios en el Amazonía

Pronunciamiento Institucional sobre incendios en el Amazonía

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Fecha: 3 de septiembre, 2019
Tipo: Noticia
País, región: América Latina y el Caribe
Etiquetas: Amazonia

CDKN y  la coordinadora para la región, la Fundación Futuro Latinoamericano (FFLA) manifiesta su profunda preocupación por la grave situación de la Amazonía, que está siendo arrasada por una gran cantidad de incendios en Brasil y en otros países amazónicos.

La Amazonía es la cuenca fluvial más grande del mundo y contiene entre el 15 y 20% del agua dulce del mundo. Además, esta selva que se extiende por 6,7 millones de kilómetros cuadrados es el mayor regulador del clima de toda Sudamérica: "controla el ciclo hidrológico, la lluvia sobre la propia Amazonía y el sur de Brasil, y almacena una gran cantidad de carbono". "La humedad de la Amazonía (...) contribuye a la lluvia invernal en partes de la cuenca del Plata, especialmente en el sur de Paraguay, sur de Brasil, Uruguay y el centro este de Argentina".

Además la Amazonía, según un artículo del Banco Mundial publicado en mayo "alberga el 40% de la selva tropical restante en el mundo, el 25% de su biodiversidad terrestre y más especies de peces que cualquier otro sistema fluvial." En total contiene unas 6.000 especies animales y 40.000 de plantas. Tal es la biodiversidad en este ecosistema que, según una investigación del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), allí se descubre una nueva especie cada tres días, en promedio. "A pesar de cubrir solo alrededor del 1% de la superficie del planeta, la Amazonía alberga el 10% de todas las especies de vida silvestre que conocemos", informó la organización conservacionista, con énfasis en el "conocemos".

Además es el hogar de 33 millones de personas, en esta región hay unas 380 comunidades indígenas, que hablan 86 lenguas y 650 dialectos.

Por todo esto, el ecosistema amazónico es vital para la mitigación de la crisis climática. Los incendios que lo azotan demuestran que la Amazonía es más vulnerable que antes debido a una combinación de factores, entre ellos el aumento de las sequías, la deforestación, los usos no sostenibles del suelo y del subsuelo, además del aumento de la temperatura global.

Entre enero y agosto de 2019, imágenes de satélite analizadas por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE) captaron más de 72.800 focos de incendios en la región. Esto es un 83% más que en el mismo periodo de 2018 y un número récord de fuegos en la selva amazónica que agrava la crisis climática no sólo en la región, sino en el mundo

NO ES SOLO UNA SELVA, REPRESENTA LA SEGURIDAD PARA LOS HABITANTES DE LA REGIÓN

FFLA, como Coordinador de América Latina de la Alianza Clima y Desarrollo, ha comprendido la importancia de este ambiente y desde 2012 ha trabajado en conjunto con Global Canopy Programme y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) en definir una Agenda de Seguridad Amazónica. Este concepto está relacionado con comprender la importancia de garantizar la seguridad del agua, energía, alimentos y salud en la Amazonía, poniendo énfasis en los servicios ambientales que prestan a diversos países de Sudamérica. Para comprender mejor el nexo entre estos tres elementos vea este video.

La seguridad del agua, la alimentación, la energía y la salud para los pueblos de la Amazonía de Sudamérica y del mundo entero, está vinculada de diferentes maneras a su enorme riqueza natural y material. La transformación del bosque durante los últimos 30 años ha contribuido al desarrollo económico de los nueve países amazónicos y ha mejorado la calidad de vida de muchas poblaciones del bosque. Pero también ha tenido costos y ha provocado críticas – incluso de países ricos que alguna vez canjearon sus propios bosques por crecimiento y hoy en día dependen de bienes producidos en la selva. Es esta demanda externa la que ha acelerado dramáticamente la deforestación en los últimos años, poniendo en riesgo la seguridad de la región en su integridad.

Dentro del proyecto de la Agenda de Seguridad Amazónica, se generó el informe Agenda de Seguridad para la Amazonia: Fortaleciendo el nexo entre la seguridad hídrica, energética, alimentaria, y de la salud en la región y más allá escrito en 2013, pero muy actual, indica que ¨El desarrollo económico a gran escala en la amazonia siempre se ha basado en la deforestación. Comprometiendo los ecosistemas de la amazonia, la deforestación está ahora amenazando no solamente el bienestar y los derechos de la población de la región, sino también la sostenibilidad económica de las mismas industrias a las que ha dado lugar.¨ Esta deforestación y práctica de quema y tumba, es el causante principal de los más de 70.000 focos de incendios que se han observado este año. Además indicó que ¨El cambio climático multiplicará estas amenazas para la seguridad hídrica, energética, alimentaria y de la salud, a medida que la temperatura aumente, los patrones de las precipitaciones varíen y los fenómenos extremos sean cada vez más frecuentes e intensos¨.

El informe además indica que la Amazonía no sólo proporciona invaluables servicios ambientales, también es el motor económico de la región. A menudo se subestima la escala de la actividad económica actual en la Amazonía. La abundancia de la región en recursos naturales se está cuantificando a una escala industrial. Su valor financiero directo está en el rango de varias decenas de miles de millones de dólares por año. Por ejemplo los productos amazónicos alimentan a la región: el 37% del ganado vacuno de Brasil se encuentra en la Amazonía Mayor (83.5% de todo el ganado vacuno de Brasil se consume a nivel nacional); el 24% de la pesca de agua dulce de Colombia se obtiene de la Amazonía y el 22% del arroz de Bolivia.

Un punto clave para poder avanzar integralmente en el cuidado del Amazonas, como lo indica el Informe de Política donde se evaluó la coherencia de políticas en Brasil, Colombia y Perú usando un enfoque de nexo agua-energía-alimentación, es que las políticas de desarrollo nacional necesitarán reconocer y representar la importancia estratégica del bioma Amazónico y sus servicios ambientales – particularmente el agua – en futuras agendas de seguridad energética y alimentaria.

MARINA SILVA APORTA UNA VISIÓN INTEGRAL DEL PROBLEMA

Marina Silva, quien estuvo al frente del Ministerio de Medio Ambiente de Brasil durante cinco años, y que, casualmente, nos está acompañando en la celebración de los 25 años de FFLA a través de Diálogos en Quito y Bogotá, nos cuenta que es muy triste ver todo lo logrado en Brasil "convertirse en cenizas".

En una nota exclusiva sobre el tema, Marina Silva indica que los incendios siempre existieron, pero en todos los gobiernos fue necesario trabajar con las personas que prendían fuego para luego talar el bosque para el ganado o la madera. Eso siempre sucedió, pero esa forma descontrolada (que se ve hoy) ocurre en función de la desactivación de las políticas de prevención contra la deforestación, del debilitamiento de los órganos de fiscalización y de desacreditar los datos de los satélites, además de que (el gobierno) dijo que regularizaría las áreas ocupadas ilegalmente, reduciendo la reserva legal y acabando con ella. Recordamos que el gobierno de Jair Bolsonaro desmontó el Servicio Forestal, la Secretaría de Cambio Climático, la Agencia Nacional de Aguas. Él desmoraliza la acción de los agentes públicos del área ambiental y del INPE (Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales brasileño).

Silva calificó de holocausto a la ola de incendios que afecta a la Amazonía por varias razones. En primer lugar, es la mayor cantidad de focos de incendios en la Amazonía desde que se monitorea por satélite. Segundo, el 70% de los focos de incendios que existen hoy en Brasil están en la Amazonía. De cada tres focos en un país de la dimensión territorial de Brasil, dos están en esta zona. Tercero, la pérdida de biodiversidad, la destrucción de la selva y la vulnerabilidad en la que quedan las poblaciones locales. Y también hay que saber que buena parte de esos incendios tienen lugar en tierras públicas que fueron invadidas ilegalmente en función del mensaje totalmente desastroso e inaceptable que emitió el gobierno brasilero.

Para concluir, los países de la Amazonía pueden tener distintas visiones para la región, pero comparten la dependencia hacia sus recursos naturales y la exposición a los riesgos de escala regional. Para sus líderes, la oportunidad es clara: trabajar juntos para mitigar las amenazas que se ciernen sobre el agua y las otras seguridades, e incentivar la transición hacia una economía más sostenible y equitativa hacia una Amazonía cambiante.

Ante este panorama, FFLA exige a los gobiernos de la cuenca amazónica adoptar medidas urgentes para detener los incendios. Además, exhorta a la comunidad internacional y a la ciudadanía a ejercer presión sobre los gobiernos de Brasil y del resto de países de la región para que reviertan el curso de sus acciones y protejan efectivamente la Amazonía, su biodiversidad y a las personas que dependen de ella.

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