La Nueva Agenda Urbana y el cambio climático

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La Nueva Agenda Urbana y el cambio climático

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Fecha: 14 de octubre, 2016

Escrito por: María José Pacha, Coordinadora  de Conocimiento y Redes para América Latina y el Caribe. CDKN

En pocos días se desarrollará en Quito la Tercera Reunión del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU Hábitat), también conocida como Habitat III, donde se buscará la aprobación de una Nueva Agenda Urbana, una guía destinada a orientar los esfuerzos de desarrollo sostenible de las ciudades. ¿Pero cómo incorpora esta agenda al cambio climático y qué avances hay en la región?

Cambio Climático y las ciudades de la región

El cambio climático es la nueva amenaza concreta que existe para las ciudades. Hace 20 años, cuando se llevó a cabo Hábitat II, recién se estaba posicionando el tema en la agenda internacional. Hoy ya es un hecho y las ciudades juegan un rol esencial para la mitigación de los gases de efecto invernadero (GEI) y deben desarrollar acciones concretas para mitigar los impactos y reducir los riesgos causados por este clima cambiante.

Este clima cambiante ya afecta a las ciudades de la región mas urbanizada del planeta y esto es preocupante, considerando que la mayoría de la población de América Latina y el Caribe (80%) reside en ciudades [i] . Además de tener grandes ciudades como Ciudad de México, São Paulo, Buenos Aires, Río de Janeiro, Bogotá, Lima o Santiago, también existen un sinnúmero de ciudades de mayor tamaño que crecen día a día. Por lo tanto, con esta tendencia las ciudades pondrán una mayor presión sobre los escasos recursos, habrá altos niveles de pobreza en  zonas urbanas y peri-urbanas y aumentará la vulnerabilidad a los impactos del cambio climático.

Se estima que las ciudades  son responsables del 80% de las emisiones globales de carbono de la región[i] . Sin embargo, en la práctica, resulta sumamente difícil determinar la contribución exacta de las ciudades al fenómeno del cambio climático  debido a que las mediciones disponibles se realizan a escala nacional y los análisis urbanos son aún incipientes. Además los cálculos a escala nacional se basa en la producción donde la mayoría de los países de la región deben su contribución a los GEI de la agricultura y la silvicultura (70%), un rubro que no es muy importante en ciudades.  En las ciudades, las actividades relacionadas con los servicios son más relevantes y tienen un aporte significativo a los GEI.

Se considera que las principales emisiones de gases de efectos invernadero (GEI) en áreas urbanas están relacionadas con el consumo de combustibles fósiles, empleados fundamentalmente en el transporte (38%), la producción de electricidad (21%) y la industria (17%)[i] .  La tendencia muestra que entre 1990 y 2007  las ciudades han aumentado un 18% sus emisiones per cápita de CO2, el más importante de los gases de efecto invernadero urbanos. Esto se debe a que el parquet automotor ha aumentado, y las perspectivas es que lo siga haciendo es alta.

Cabe señalar que Habitat III será la primera reunión global de las Naciones Unidas luego de la adopción de la Agenda para un Desarrollo Sostenible al 2030, incluyendo los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) y el Acuerdo de París adoptado bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Estos hitos del 2015 influirán en la propuesta de la Nueva Agenda Urbana y es considerado una oportunidad para discutir sobre importantes desafíos urbanos, como por ejemplo, planificar y manejar ciudades para un desarrollo sostenible y cómo enfrentar el desafió del cambio climático.

La Nueva Agenda Urbana y el Cambio Climático

Es importante recalcar que el cambio climático es un problema global, pero es necesario realizar esfuerzos locales para poder enfrentarlo. Las ciudades son la escala ideal para probar distintos enfoques en la planificación y la gestión de sus recursos para combatir el cambio climático. Esto incluye iniciativas de adaptación y reducción de emisiones y minimizar los efectos negativos en la economía, la sociedad y el medio ambiente.

La Nueva Agenda Urbana (NAU) propone la visión compartida de:

..ciudades para todos, en referencia a la igualdad de uso y disfrute de las ciudades y los asentamientos humanos, que busca promover la inclusión y garantizar que todos los habitantes, de las generaciones presentes y futuras, sin discriminación de ningún tipo, sean capaces de habitar y producir ciudades y asentamientos humanos justas,  seguras, saludables, accesibles, asequibles, resilientes y sostenibles, para promover la prosperidad y la calidad de vida para todos …. (Párrafo 11 de la Nueva Agenda Urbana)

En esta visión la NAU comienza a incluir el cambio climático, y espera que las ciudades y asentamientos humanos puedan:

…adoptar y aplicar la reducción y gestión del riesgo de desastres, reducir la vulnerabilidad, aumentar la resiliencia y capacidad de respuesta a los desastres naturales y artificiales, y la mitigación de acogida y adaptación al cambio climático (párrafo 13 (g)).

Para conseguir esta visión se propone adoptar la NAU guiada por tres principios fundamentales e entrelazados (1) desarrollo urbano sostenible para la inclusión social y el fin de la pobreza (2) prosperidad urbana sostenible e inclusive con oportunidades para todos y (3) desarrollo urbano resiliente y ambientalmente sostenible.

En este tercer principio sobre desarrollo urbano resiliente y ambientalmente sostenible, la NAU considera más seriamente al cambio climático y llama a las ciudades a comprometerse a:

…. promover, la acción climática  a nivel internacional nacional, sub-nacional y local, incluyendo la adaptación al cambio climático y su mitigación, y  apoyar a las ciudades y los asentamientos humanos, sus habitantes y todos los actores locales para ser ejecutores importantes. Además, nos comprometemos a apoyar la construcción de resiliencia y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de todos los sectores pertinentes. Tales medidas deben ser coherentes con los objetivos del Acuerdo de París adoptadas en el marco de la CMNUCC, incluyendo mantener el aumento de la temperatura media mundial a muy por debajo de 2 grados centígrados por encima de los niveles pre-industriales, y proseguir los esfuerzos para limitar el aumento de temperatura de 1,5 grados centígrados por encima de los niveles pre-industriales. (párrafo 79).

Estos compromisos no deben ser sólo intenciones, sino que además la NAU urge a que las ciudades realicen acciones concretas y desarrollen información sobre los impactos del cambio climático a una escala local:

Nos comprometemos a apoyar procesos de planificación para adaptación a mediano y largo plazo, así como evaluaciones de vulnerabilidad e impactos climáticos a nivel de ciudad para informar a los planes de adaptación, políticas, programas y acciones que construyen resiliencia de los habitantes de las ciudades, incluso mediante el uso de medidas de adaptación basada en  ecosistemas. (párrafo 80)

Nuevos modelos de desarrollo compatible con el clima en ciudades.

CDKN ha trabajado durante 7 años en la región para impulsar un desarrollo compatible con el clima, bajo cuyo enfoque se minimiza el daño causado por el impacto del clima y maximiza, al mismo tiempo, las oportunidades de desarrollo humano que ofrece un futuro bajo en emisiones de carbono y más resiliente. Generar acciones concretas en las ciudades no es fácil. Hay que conocer qué factores determinan que el cambio climático esté en la agenda de las ciudades.

Un análisis reciente de las agendas climáticas en San Pablo, México y Buenos Aires indica que el cambio climático todavía no es un asunto electoralmente prominente en la política democrática local, ni objeto de competencia entre partidos políticos a pesar de la amenaza que significa para el desarrollo y el bienestar de la población. Un factor clave en el avance de la agenda climática a nivel de ciudad es vincular la agenda climática con los asuntos locales y que existan líderes políticos, comprometidos con los temas climáticos (campeones climáticos). La sociedad civil juega un rol esencial para  generar un apoyo social, amplio y duradero para las políticas climáticas, y  ayuda a mantener la implementación de compromisos climáticos más allá de los ciclos electorales y los cambios en el liderazgo político.

CDKN ha sido un catalizador para que varias ciudades y de la región avancen en la planificación y la gestión de sus recursos para combatir el cambio climático. Esto ha incluido la  generación de estudios de base para definir la vulnerabilidad climática a una escala local y así informar a la planificación estratégica. Ejemplos concretos de este avance lo representan las ciudades de Quito, en Ecuador, Cartagena de Indias, en Colombia y Lima en Perú. También  ha apoyado medidas y diseño de herramientas concretas para mitigar el cambio climático a través de la medición de la huella hídrica y de carbono en 11 ciudades y que medidas concretas de mitigación se incluyan en la planificación estratégica de cada ciudad.

En  Quito, en conjunto con la Secretaría del Medio Ambiente del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ) se acordó desarrollar un estudio de vulnerabilidad y la implementación de un plan de acción en el marco de la Estrategia Quiteña al Cambio Climático. Desde entonces, hemos estado trabajado con el DMQ en el diseño e implementación de medidas factibles para ayudar a reducir la vulnerabilidad de los cinco sectores estratégicos: agua, salud, agricultura, ecosistemas y riesgos. Puede conocer mas sobre la iniciativa en nuestra Historia por Dentro.

En Cartagena de Indias, uno de los principales ejes económicos del país y a la vez una de las cinco ciudades más vulnerables a los riesgos climáticos en ese país,  CDKN junto al Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (INVEMAR) desarrollaron la primera evaluación de vulnerabilidad al cambio climático de una ciudad costera que incorpora perspectivas ambientales, económicas, sociales e institucionales en el país. Esto generó lineamientos de adaptación para los principales sectores económicos de Cartagena y se utilizó en las herramientas locales y sectoriales de planificación. También sentó las bases para la formulación del Plan 4C: Cartagena Competitiva y Compatible con el Clima, que hizo de esta, la primera ciudad costera de Colombia en tener un plan de adaptación construido de manera participativa que incluyó a varios sectores. Hoy el Plan 4C se está implementando, por ejemplo a través del diseño de un barrio adaptado al cambio climático.  En el  Video puede conocer todo el proceso y también las lecciones aprendidas iniciales a través del análisis de vulnerabilidad.

En Lima, CDKN esta apoyando a Clima sin Riesgo,  un proyecto de investigación-acción, liderado por la Unidad de Planificación (DPU) de University College London (UCL) junto al Instituto de Desarrollo Urbano (CENCA), el Centro de Investigación, Documentación y Asesoría Poblacional (CIDAP), y Foro Ciudades por la Vida. Clima sin riesgo busca generar información relevante para comunidades locales y tomadores de decisión para desarrollar intervenciones y mecanismos de financiamiento co-gestionados que aspiren a interrumpir las trampas de acumulación de riesgo que afectan a los sectores más vulnerables de la población en el centro y periferia del área metropolitana de Lima. Trampas que son exacerbadas por condiciones de cambio climático y comprometen el desarrollo futuro de la ciudad. Conozca más sobre este proyecto en este video. Las áreas de trabajo seleccionadas son Barrios Altos y José Carlos Mariátegui, dado que sus características son altamente contrastantes, lo cual ofrece la oportunidad de examinar una amplia gama de factores que afectan el desarrollo urbano resiliente para extender los resultados obtenidos en otros barrios con similares tipologías, tanto en Lima como en otras ciudades del sur global. Este proyecto tiene un alto componente participativo con las comunidades  que puede conocer mas en este video.

Dentro de las iniciativas para reducir las emisiones, CDKN apoyó el cálculo la huella hídrica y de carbono en ciudades de la región. Con aliados estratégicos como el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), la facilitación de la Fundación Futuro Latinoamericano y la implementación de la consultora Servicios Ambientales S.A. apoyamos el desarrollo de herramientas específicas para evaluar las huellas hídricas y de carbono de ya 11 ciudades: La Paz, Santa Cruz de la Sierra  y Tarija  en Bolivia;  Cali  en Colombia, Quito, Guayaquil, Loja y Santa Cruz de Galápagos  en Ecuador, Lima en Perú, Fortaleza y Recife  en Brasil. A través de este proyecto se ha logrado la inclusión de los indicadores de las huellas hídricas y de carbono en la planificación estratégica de los gobiernos municipales y definición de metas de reducción, como así también creación de capacidades locales en los municipios. En nuestra Historia por Dentro sobre Huella de carbono e hídrica de La Paz, Quito y Lima se puede conocer el proceso y las lecciones claves.

Así, hemos logrado que ciudades de la región hayan incorporado medidas concretas de mitigación y adaptación al cambio climático. Esperamos que los procesos y las lecciones aprendidas sirvan de inspiración para otras ciudades que quieran adoptar la Nueva Agenda Urbana.

[i] Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, ONU Hábitat, sobre el Estado de las ciudades en América Latina y el Caribe (2012)

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