La protección del Mecanismo de Desarrollo Limpio beneficiará tanto a países pobres como ricos
La protección del Mecanismo de Desarrollo Limpio beneficiará tanto a países pobres como ricos
Yolanda Kakabadse, fundadora de la alianza entre la Fundación Futuro Latinoamericano y CDKN, comparte sus experiencias de trabajo en el panel de alto nivel del Diálogo de Políticas de Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL) e insta a los gobiernos a restablecer el mecanismo mundial de comercio de carbono.
La reunión entre gobiernos en la próxima conferencia sobre cambio climático en Doha, debe abordar urgentemente el futuro del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) de las Naciones Unidas. Esta herramienta de políticas, que ayuda a los países desarrollados a alcanzar sus objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) (en el marco del Protocolo de Kioto) a través de proyectos sostenibles en países en vías de desarrollo, está en peligro de colapsar debido a los bajos precios del carbón y a la incapacidad de los gobiernos de garantizar su existencia en el futuro. Si no es reflotado, perderemos el único y verdadero mecanismo para reducir gases de efecto invernadero, junto con toda una década de experiencia y lecciones aprendidas. Esto podría hacer retroceder la cooperación internacional para el clima, con consecuencias potencialmente devastadoras para todos.
Este es el principal hallazgo del reporte “Cambio climático, mercados de carbono y los MDL: Un llamado a la acción”. El rol de nuestro equipo, que involucró a 11 personas con gran experiencia de diversas partes del mundo, fue retar nuestras propias ideas e información de diferentes fuentes, de manera que pudiéramos hacer recomendaciones para una acción sensata y alcanzable. A pesar de reconocer las fallas de los MDL (frecuentemente ineficiente y politizado), llegamos a la conclusión de que se necesita un MDL fuerte que apoye el consenso político, esencial para el progreso climático futuro. Por lo tanto, debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para mantener al sistema activo.
El MDL se creó en 1997 cuando el Protocolo de Kioto estableció compromisos vinculantes de reducción de gases de efecto invernadero para 37 países desarrollados. A estos países se les permite comprar unidades certificadas de reducción de emisiones (CERs), incorporadas en los proyectos de MDL, para compensar sus emisiones. Para ser acreditados, los proyectos deben demostrar que las emisiones son adicionales a aquellas que de todas formas se impedirían de llegar a la atmósfera. Una vez acreditados, recibirán un CER por cada tonelada de carbón no emitida. Los proyectos van desde parques eólicos e hidroenergía hasta programas destinados a mejorar la eficiencia industrial. Tan solo un billón de créditos de MDL han sido otorgados a la fecha.
Un proyecto africano ejemplifica cómo países del sur pueden beneficiarse al mismo tiempo que los países del norte (que brindan apoyo) alcanzan sus objetivos de emisiones. En el norte de Nigeria, el uso de leña para cocinar ha ocasionado una severa deforestación y un gran incremento en el precio de la madera. Un proyecto acreditado este año, con el apoyo del estándar para oro de WWF, por la fundación alemana sin fines de lucro Atmosfair, distribuirá 100,000 cocinas que usan 80% menos leña que los métodos tradicionales. Además de ayudar a las familias locales a ahorrase dinero, el proyecto de cinco años ahorrará 250,000 toneladas de CO2 al año, lo que equivale a las emisiones por la energía usada en 20,000 hogares americanos en un año. Si los MDL colapsan, ambos, tanto países del sur como del norte, se perjudicarán por la desaparición de estos proyectos.
El actual pobre estado de los MDL se ha debido principalmente a la reciente crisis económica experimentada en varias partes del mundo. El precio de los CERs ha caído de un pico pre-recesión económica de US$ 20, a poco más de US$ 3. La disminución de la actividad económica, acompañada de los efectos de excesivas cuotas de emisión registradas desde los inicios de la historia de los MDL, significa que muchas compañías no necesitarán comprar CERs para completar sus permisos de emisiones. Como resultado, las inversiones en proyectos MDL han caído. Sin embargo, una vez que la crisis económica haya terminado, estaremos en mejores condiciones y será posible abordar nuevamente los mercados de carbón.
En el largo plazo, nuevas iniciativas y mecanismos serán desarrollados para remplazar los MDL. El esquema europeo de tope y comercio de emisiones (para la reducción de las mismas) ya existe, y Japón, China, Corea del Sur y Australia vienen desarrollando sistemas similares. Sin embargo, aunque éstos pueden ser esquemas exitosos e interesantes, no serán capaces de remplazar un proceso global donde todos los gobiernos tengan las mismas oportunidades; serían más ricos contribuyendo a un sistema global. Si en algún momento se reconoce que los MDL no son el mejor mecanismo para comerciar en el largo plazo, aún pueden llenar el vacío que existirá hasta que se desarrolle una mejor iniciativa. Ningún otro mecanismo tiene diez años de experiencia y lecciones que pueden ser compartidas.
La evidencia científica de la realidad de los desastres producidos por el cambio climático alrededor del mundo es tan poderosa, que los políticos y tomadores de decisión deben tomar acciones más fuertes. Las recomendaciones expresadas en el Reporte, se orientan a asegurar la estabilidad de los mercados de carbono y a que los MDL se adapten a las nuevas condiciones, introduzcan reformas operacionales y sean mejor gestionadas. Los MDL son, y seguirán siendo por algún tiempo, el mejor medio de promover la colaboración entre países desarrollados y en vías de desarrollo y el sector privado. Insto a los gobiernos que se reunirán en Doha, a elevar sus objetivos de reducción de emisiones de GEI, adoptar las recomendaciones del Reporte y salvaguardar los MDL para el bien de todos.
Leer el reporte completo – Climate change, carbon markets and the CDM: A call to action