El número de desastres naturales va en aumento, y si a esto le sumamos la tendencia al alza de pérdidas económicas ocasionadas por los mismos, queda claro que es insostenible continuar pagando por operaciones de alivio y recuperación de desastres a semejantes escalas, tanto en términos humanos como financieros. La vulnerabilidad económica ante los desastres crece más rápido que el producto interno bruto per cápita (PBI), y los efectos del cambio climático, por sus amenazas severas y frecuentes, acentuarán la tendencia actual de pérdidas causadas por desastres. Si bien se debe mantener el apoyo a las operaciones efectivas de alivio y recuperación ante desastres naturales, también se debe poner un mayor énfasis en los esfuerzos proactivos para reducir el riesgo, basados en evaluaciones exhaustivas de riesgo y en la integración de medidas de reducción de riesgo en la planificación económica y de desarrollo nacional.

Las políticas de planificación económicas, fiscales y territoriales pueden, todas ellas, reducir la exposición a los riesgos, pero para tener éxito es necesario que las políticas se basen en atlas nacionales de zonas de riesgo y evaluaciones de riesgo de desastres que tomen en cuenta la naturaleza dinámica de los riesgos. Esta información deberá ser incluida en los presupuestos nacionales y provinciales, en los planes de utilización de las tierras, en las inversiones en infraestructura y en las medidas para la mitigación de la pobreza.

Esta guía de CDKN busca brindar apoyo a los planificadores y formuladores de políticas nacionales y reforzar sus esfuerzos en la gestión del riesgo de desastres.