El Consejo Trinacional de Desarrollo podría impulsar la cooperación sudamericana sobre el clima

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El Consejo Trinacional de Desarrollo podría impulsar la cooperación sudamericana sobre el clima

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Fecha: 16 de mayo, 2019
Etiquetas: adaptación

Los líderes locales  de la  "zona transfronteriza" más propensa a las inundaciones de América del Sur, han avanzado en el desarrollo de las instituciones para enfrentar la vulnerabilidad climática. Informa el equipo de Ciudades Resilientes al Clima para América Latina.

La Triple frontera

El área de “triple frontera” de América del Sur se llama así porque es un "cruce" donde se encuentran las fronteras de Brasil, Argentina y Paraguay. También es donde convergen los ríos Paraná e Iguazú.

También para la gente, el área de la triple frontera es un lugar de reunión: las tres ciudades de Foz do Iguaçu, Brasil, Puerto Iguazú, Argentina y Ciudad del Este, Paraguay, son vecinos cercanos aquí.

Juntos, forman una de las conurbaciones urbanas de más rápido crecimiento en todo el continente sudamericano. Desde la década de 1960, la población del área se ha multiplicado por siete, con una planificación urbana deficiente. Esto se debe en gran parte a que la zona es hogar de una de las Siete Maravillas del Mundo, las cataratas de Iguazú, que atraen a turistas de todo el mundo.

En los últimos años, las ciudades han sufrido numerosos impactos de fenómenos climáticos extremos, como inundaciones, tormentas de granizo, vientos fuertes y olas de calor, agravadas por El Niño. Durante los últimos cincuenta años ha habido una tendencia al incremento en la precipitación anual del área.

Según las estimaciones del proyecto, los daños causados ​​por eventos climáticos extremos alcanzaron al menos US $ 40 millones desde 2013 hasta 2017. Estas tres ciudades pierden entre 0.2% y 0.4% del PIB por año, debido a eventos climáticos extremos; es decir, hasta aproximadamente US $ 8.3 millones.

El aumento demográfico en la zona de triple frontera, junto con la geografía física subyacente y la llegada del cambio climático, crean muchos riesgos al bienestar humano.

Combinados, estos factores crean un área que está "expuesta a eventos climáticos extremos y tiene numerosas vulnerabilidades (pobreza, inestabilidad política y económica, falta de recursos e infraestructura)".

Tal como se detalla en su reporte de investigación, un equipo de investigación de la Iniciativa Ciudades Resilientes al Clima para América Latina liderado por Leeds University descubrió que la planificación urbana y la provisión de infraestructura en la zona de triple frontera han fallado al no crecer al mismo ritmo que la población de la zona y el cambio climático. En palabras de la evaluación de vulnerabilidad, es "vital que las ciudades [de triple frontera] emprendan acciones para reducir su vulnerabilidad al cambio climático y [persigan] un desarrollo resistente al clima".

 

La acción colectiva se pone en marcha

El equipo de investigación realizó un estudio participativo con un total de 73 indicadores cuantitativos y cualitativos, para generar un Índice de Vulnerabilidad Urbana para cada ciudad. Este estudio incluyó un análisis de tendencias pasadas y proyecciones futuras, y señaló la urgente necesidad en la zona de triple frontera para aumentar su resiliencia. Luego, el equipo consultó con las organizaciones y comunidades locales para recopilar ideas sobre cómo reducir los riesgos relacionados con el clima y presentó estas ideas a los líderes de cada ciudad.

Como resultado de este trabajo, las tres ciudades se comprometieron a perseguir una agenda climática resiliente común, que incorpore:

  1. (1) la creación del primer Consejo de Desarrollo para la Región Tri-nacional de Iguazú;
  2. la creación de la Red Tri-nacional de las Ciencias del Clima;
  3. el desarrollo de 20 soluciones que buscan aumentar la resiliencia de las ciudades, clasificadas como: infraestructura verde y medidas de infiltración; medidas de prevención y respuesta; medidas de eficiencia; y medidas de cooperación; y
  4. membresía de las tres ciudades de la campaña internacional “Making Cities Resilient” de UNISDR.

Aquí exploramos con mayor detalle lo que sucedió con el primero de ellos, el Consejo Tri-nacional de Desarrollo, y algunos de los desafíos y oportunidades que presenta para gobernar la región de una manera integrada y resistente al clima.

 

Creación de un Consejo de Desarrollo Tri-nacional: lecciones aprendidas del proceso

Desde el principio, la investigación buscó identificar cómo las tres ciudades ya estaban cooperando, y cómo podría fortalecerse la cooperación para enfrentar juntos los impactos del cambio climático. Una de las sugerencias fue crear un consejo tri-nacional para la región, una idea que había sido explorada por proyectos anteriores.

El proceso de consulta reveló muchas opiniones diferentes sobre cómo podría organizarse el consejo tri-nacional y cómo podría funcionar. Los problemas principales fueron: cómo podría formalizarse, considerando las diferencias en las leyes y los acuerdos institucionales entre los tres países; y si crear una organización que aborde muchos temas comunes, como el cambio climático, el crecimiento económico y el desarrollo del turismo, o crear consejos separados para temas individuales.

Los consejos locales de cada uno de los tres países habían estado involucrados en un programa tri-nacional "Fronteiras Cooperativas". Facilitado a partir de 2014-2016 por la organización brasileña Sebrae. "Fronteiras Cooperativas" había investigado cómo los tres consejos locales de Foz do Iguaçu, Brasil, Puerto Iguazú, Argentina y Ciudad del Este, Paraguay se podían estructurar en una sola organización tri-nacional. La posibilidad de reanudar "Fronteiras Cooperativas" se planteó, pero finalmente se descartó. Sin embargo, muchos de los actores involucrados (incluido Sebrae) lanzaron su apoyo para formar otro tipo de institución tri-nacional.

El equipo del proyecto entrevistó a los tres consejos locales y otras organizaciones locales para explorar otros mecanismos. Luego, se presentó la oportunidad de presentar la propuesta general de un organismo tri-nacional al Parlamento de Mercosur (Parlasur), que fue un paso importante para madurar la idea y asegurar el apoyo formal.

Cecilia Britto, miembro del Parlamento del MERCOSUR, dijo: “Esta [es una] iniciativa que es concreta, es única y excepcional. El reto es centrarse en la integración de las tres ciudades, tomando en cuenta que cada una tiene sistemas institucionales y legales diferentes. Tenemos que buscar la articulación y homogeneización de leyes que puedan generar acciones políticas y públicas; así las ciudades se vuelvan más resilientes".

E l proceso culminó con la firma de un acuerdo entre los tres consejos de desarrollo local para crear el Consejo de Desarrollo Económico, Social y Ambiental de la Triple Frontera (CODETRI), con el apoyo de otras organizaciones, como el Instituto Internacional Polo Iguassu (un organismo de desarrollo turístico).

 

¿Qué pasa después? El futuro para lo local, cooperación tri-nacional

Aunque todavía es temprano para evaluar los resultados concretos de esta Iniciativa, el trabajo preparatorio detrás de esto, la movilización para crear el Consejo de Desarrollo Tri-nacional, ha brindado oportunidades a los actores locales para discutir problemas y objetivos comunes; así como formas de abordarlos. La firma del acuerdo representa la buena voluntad y motivación para cooperar entre los líderes locales. El proceso también ha representado una oportunidad para fortalecer los consejos de desarrollo local, especialmente el consejo local Codespi (en el lado argentino).

Por otro lado, para evitar que la efectividad del nuevo consejo disminuya en el futuro, o se centre por completo en temas individuales como el crecimiento económico, es importante garantizar la amplia participación de otros actores y organizaciones locales en su estructuración y funcionamiento. En este sentido, el proyecto CRC hizo esfuerzos para diversificar la participación. El proyecto también trabajó arduamente para agregar perspectivas de resiliencia climática, así como para alentar la planificación de desarrollo regional con el fin de ser compatible con el clima.

Ahora esperamos que la creación del Consejo Tri-nacional proporcione beneficios como:

  • un marco institucional para discutir y promover acciones de desarrollo integrales entre las tres ciudades,
  • una mejor comprensión de los problemas comunes y áreas que requieran atención y,
  • el atractivo del financiamiento para implementar soluciones.

También queremos denotar el importante rol que juegan los organismos nacionales e internacionales al apoyar la cooperación entre ciudades, así como lo hizo Parlasur en este caso. A veces, las diferencias políticas, institucionales o culturales pueden requerir una coordinación más allá del nivel local para facilitar la creación de acuerdos y agendas comunes para la acción.

 

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