La semilla del cambio
La semilla del cambio
Mathieu Lacoste, de CDKN Latinoamérica, analiza el potencial de los jóvenes para construir la resiliencia de sus comunidades frente a los embates del clima y cómo se les deberían tomar en cuenta para las políticas en el futuro.
Cuando se trata de analizar los agentes que impulsan el cambio y el progreso, se presta poca atención a los jóvenes. Los expertos se afanan en hablar sobre la importancia del liderazgo, el compromiso, los costos transaccionales y las ventajas y desventajas del desarrollo compatible con el clima, pero suelen subestimar a los jóvenes como agentes de cambio, particularmente con respecto al género.
En el sistema político actual, los jóvenes menores a la edad electoral prácticamente no pueden tomar decisiones por sí mismos o por sus mayores; queda en manos de los adultos la responsabilidad de establecer las prioridades para las generaciones futuras, y ellos deciden qué se hará y la manera de hacerlo. Hay muchas políticas que conciernen a los jóvenes (por ejemplo en cultura y educación), pero raramente se les consulta acerca de la visión que tienen sobre su propio futuro y su potencial para allanar el camino hacia el desarrollo sostenible. Ellos son los futuros líderes que actuarán desde el nivel comunitario hasta el nivel de estado, convirtiéndose en los profesionales que dirigirán las iniciativas, la economía y las políticas de sus países en los años venideros.
Para lograr un desarrollo compatible con el clima y un futuro más sostenible, es fundamental considerar a los jóvenes en el planeamiento estratégico, especialmente a aquéllos de las comunidades pobres y vulnerables. Los jóvenes han desempeñado un importante rol en dos procesos que CDKN está conduciendo actualmente en Colombia. En el municipio de Manatí, en el departamento de la costa Atlántica del Caribe colombiano, CDKN ha financiado un proyecto de investigación para entender cómo las comunidades vulnerables al clima que han sido desplazadas por el cambio climático están desarrollando su resiliencia, y cómo son capaces de superar los traumas y desafíos que enfrentan. Las condiciones climáticas extremas en los años 2010-2011 en Colombia afectaron a cerca de 3.5 millones de personas, muchas de las cuales se vieron obligadas a emigrar, o tuvieron que alojarse en refugios temporales. Ellos hasta ahora están esperando una solución definitiva. La sucesión de eventos y las circunstancias actuales han dañado la economía de subsistencia, así como el entramado social y la estructura tradicional de muchas comunidades en condiciones vulnerables.
Es clave entender el rol que los más jóvenes pueden desempeñar para construir comunidades más resilientes y superar los desafíos enfrentados por sus comunidades. La conciencia que han demostrado los jóvenes sobre el cambio climático es evidente en este documental, dirigido por el Equipo de Video de la Universidad del Norte. Ellos desempeñan un rol importante en mantener la estabilidad entre sus comunidades, alentando a la gente para mantenerla motivada. Junto a sus madres, han participado activamente en las actividades y talleres organizados por la Universidad del Norte y CDKN para analizar y desarrollar una mayor resiliencia dentro de las comunidades de Manatí. En otras palabras, los jóvenes son la “razón de ser” para mantener a toda la comunidad avanzando hacia adelante. Su empoderamiento, a través de un proyecto como el de investigación conducido por CDKN en Manatí, demuestra que ellos realmente pueden ser actores en la construcción de comunidades más resilientes, relacionar su experiencia con una reflexión más amplia, y participar en el proceso de recuperación psicosocial.
Un segundo ejemplo se puede observar en Cartagena de Indias, también en la costa caribeña. Los actores involucrados en la construcción del Plan 4C decidieron darle mayor protagonismo a los jóvenes, no desde un punto de vista participativo para definir sus propias medidas, sino señalando acciones más amplias a través de marcos de referencia flexibles, para empoderar a los jóvenes como futuros líderes del desarrollo compatible con el clima en la ciudad. Las acciones se enmarcaron dentro de una estrategia educativa, que busca desarrollar la habilidad de los jóvenes a través de la educación y la creatividad. A fin de mantener el impulso después del lanzamiento del Plan 4C, llevado a cabo el pasado mes de julio, el Secretario de Planificación de Cartagena, junto con el Secretario de Educación y diferentes escuelas secundarias de la ciudad, organizaron un evento para empezar a discutir sobre el cambio climático con jóvenes líderes. El evento les ofreció la oportunidad de reflexionar sobre el cambio climático, sus implicancias para el futuro y las posibles soluciones. El video del evento se puede ver aquí. Las autoridades locales también organizaron un concurso de pintura en la ciudad para captar el mensaje de los más jóvenes sobre el cambio climático. A partir de este avance, el personal de las escuelas secundarias se comprometió a tomar la posta con los niños para estudiar más profundamente el cambio climático.
Estos dos ejemplos demuestran que los jóvenes son una verdadera fuerza social con conocimiento de los diferentes problemas relacionados con el clima, y que tienen la capacidad de aportar valor agregado a las políticas sobre el cambio climático. Ellos son también lo futuros líderes que pronto estarán conduciendo importantes procesos para la resiliencia al clima en sus comunidades. Por lo tanto, hay una lección estratégica que rescatar de estos dos proyectos: el involucrar a los jóvenes en los procesos de planeamiento de desarrollo compatible con el clima generará un beneficio inmediato para ellos y sus comunidades. Eso también sembrará una semilla que asegurará efectos a largo plazo y contribuirá para que una masa crítica de personas sea capaz de generar avances en el desarrollo compatible con el clima.