Llevando el reglamento de París a la vida
Llevando el reglamento de París a la vida
Kiran Sura, Marisa Donnelly y Toby Morris de CDKN informan sobre las últimas dos semanas de negociaciones internacionales sobre el cambio climático en Bonn, Alemania.
La conferencia de la CMNUCC en Bonn terminó el jueves pasado tras dos semanas de negociaciones, eventos paralelos y reuniones informales. Esta conferencia marcó el punto medio entre la COP22 bajo la presidencia de Marruecos y la COP23 bajo la presidencia de Fiji.
El Acuerdo de París de 2015 fue un logro sin precedentes, sin embargo aún queda mucho trabajo por hacer. Las partes están trabajando ahora para operacionalizar el Acuerdo desarrollando el ‘reglamento’ de París. Achala Abeysinghe, un asesor legal y de estrategia con bastante tiempo de servicio al Grupo de Países Menos Desarrollados (LDC), comentó, “El Acuerdo de París es sólo un cascarón vacío sin el reglamento”.
La indecisión de Estados Unidos surgió al inicio de las conversaciones, pero un anuncio de Trump se postergó.
Un aire palpable de incertidumbre invadió el día de apertura en Bonn, impulsado por los informes del anuncio inminente de Donald Trump del 9 de mayo sobre si Estados Unidos permanecería o no en el Acuerdo de París. Sin embargo, el 9 de mayo vino y se fue y el gobierno de Trump llevó su anuncio hasta después de la cumbre del G7 a finales de mayo. Esto permitió que las partes y los observadores se centraran en la tarea en cuestión – diseñando el reglamento de París. Aunque la incertidumbre con respecto a Estados Unidos y su participación en el Acuerdo permanece, los negociadores estadounidenses fueron francos y contribuyeron a los debates técnicos sobre el diseño del reglamento.
Al pasar de lo conceptual a lo técnico han surgido varios asuntos.
Se debe avanzar en las áreas de acción a un ritmo similar. Los países en desarrollo consideraron que los temas de agenda sobre mitigación estaban recibiendo más tiempo y atención que los temas de adaptación y afirmaban que se debían hacer más esfuerzos para avanzar estos temas al mismo ritmo. También hubo pedidos de mayor equilibrio entre el esfuerzo, acción y apoyo antes de 2020 y después de 2020. Además, para garantizar la eficiencia y mantener el impulso, muchos negociadores recalcaron que los esfuerzos deben coordinarse en los distintos organismos que sirven a la CMNUCC (que tienen mandatos diferentes pero interrelacionados) para abordar temas de agenda o “vínculos” interrelacionados.
Es necesaria una definición clara de “financiación climática”. El Acuerdo de París reconoce la necesidad de brindar apoyo financiero a los países en desarrollo. Con esto se pretende que los países en desarrollo implementen el Acuerdo de París mejorando la acción de mitigación y adaptación y el seguimiento de cualquier apoyo que reciban. Sin embargo, las Partes pidieron una definición más específica de “financiación climática” para determinar lo que califica como asistencia. Los países en desarrollo enfatizaron que la definición sólo debe abarcar subvenciones, en vez de préstamos y/u otras formas combinadas de financiación. En una nota relacionada, las Partes participaron en largos debates sobre opciones para que el Fondo de Adaptación sirva al Acuerdo de París. Durante los debates sobre el funcionamiento del Fondo, surgieron nuevamente viejos problemas entre los países desarrollados y los países en desarrollo.
Todos tienen algo que contribuir, pero algunos pueden sobrepasar. Una serie de eventos paralelos en Bonn destacó la necesidad de involucrar a una serie de actores e interesados no estatales. Estos grupos pueden aportar experiencia para el reglamento y apoyar la implementación del Acuerdo de París. Un evento paralelo organizado por CDKN y el Consejo Internacional para las Iniciativas Ambientales Locales (ICLEI) examinó cómo se podría avanzar el Acuerdo en escalas locales y regionales, con debates enfocados en la implementación de NDC. Otros dos eventos paralelos se enfocaron en el papel del gobierno regional en la acción de adaptación y en la necesidad de integrar la experiencia que no sea de una de las Partes en el reglamento de París. Algunas empresas y coaliciones de empresas progresistas se han pronunciado en apoyo del Acuerdo – tanto desde su firma como en las conversaciones más recientes. Sin embargo, durante la segunda semana de conversaciones, los países en desarrollo, incluyendo los del Grupo de Países Menos Desarrollados (LDC), expresaron su preocupación de que los intereses corporativos de la industria de combustibles fósiles estén “ahogando las voces de los países en desarrollo”. Esta preocupación subraya la necesidad de un frágil equilibrio entre promover la integración y restringir el lobby de combustibles fósiles.
La equidad es crucial pero se puede abordar con mayor sofisticación. La equidad invade todos los elementos del Acuerdo de París. Todas las partes tienen “Responsabilidades Comunes pero Diferenciadas y Capacidades Respectivas”, lo que significa que están trabajando hacia una meta en común, pero sus respectivas obligaciones y capacidades de actuar son variadas. No hay un enfoque global a la equidad bajo el reglamento y las Partes deberán seguir trabajando juntas de buena fe para acordar dónde se necesitan lineamientos estrictos sobre equidad y dónde las nociones más flexibles y vagas de equidad pueden ser suficientes. Cualquier lineamiento debe reflejar las circunstancias nacionales, especialmente en torno a la acción y apoyo.
Los negociadores ven hacia el Diálogo Facilitador y surgen nuevos líderes.
La redacción del reglamento de París y la preparación del Diálogo Facilitador en 2018 serán un punto de referencia de la COP23 en noviembre de este año.
La Secretaría ha sugerido que se realice una serie de mesas redondas previo a la COP23 sobre elementos específicos del Acuerdo de París antes de la próxima ronda de negociaciones formales. La meta es crear un espacio para que se realice más trabajo técnico y acelerar el proceso para obtener el borrador del texto de negociación sobre la mesa en la COP23 o poco después.
A medida que la incertidumbre de Estados Unidos bajo el gobierno de Trump permanece, otros países se están estableciendo como líderes climáticos activos. La reciente evidencia del Rastreador de Acción Climática sugiere que las economías emergentes como China e India están en curso para superar sus actuales compromisos del Acuerdo de París y contrarrestar potencialmente cualquier retroceso de Estados Unidos. Es importante que el impulso político y la unidad detrás del Acuerdo se sostengan a lo largo del proceso técnico y se consideren durante los eventos políticos clave, incluyendo la reunión del G7, la cumbre climática China-Unión Europea y la Asamblea General de la ONU, que llevan a la COP23.