Escriben: Claudia Martínez y Magdalena Arbeláez de CDKN

Este viernes 7 de octubre, se espera que la Unión Europea notifique oficialmente a las Naciones Unidas su ratificación del Acuerdo de París, así como la de siete de sus estados miembros (Francia, Alemania, Austria, Hungría, Malta, Eslovaquia y Portugal). Se trata de un momento esencial pues, con estas ratificaciones, se supera el umbral para la entrada en vigor del Acuerdo de París.

La ratificación es el proceso mediante el cual se verifica que los compromisos internacionales no entran en conflicto con la legislación nacional en cada uno de los países que firmó el acuerdo. Para la entrada en vigor del Acuerdo de París, se requería que los países que emiten el 55% de los gases de efecto invernadero mundiales lo hubieran ratificado. Hasta la semana pasada, 63 países habían ratificado los acuerdos, representando 52% de las emisiones. Estos ya incluían pesos pesados de las emisiones, como India, China y Estados Unidos.

Con la ratificación de la Unión Europea, se supera el umbral del 55%, y el acuerdo entrará en vigor 30 días después de la notificación a las Naciones Unidas, es decir, a comienzos del mes de noviembre.

Se trata de un proceso inédito, porque la Unión Europea debía esperar normalmente a que sus 28 estados lo ratificaran para notificar en bloque la decisión. Sin embargo, y después de acaloradas discusiones en el parlamento europeo, se acordó que la Unión Europea ratificara de forma anticipada, con el fin de permitirle al acuerdo entrar en vigor. Se espera ahora que los diferentes países miembros ratifiquen a su vez el acuerdo individualmente de acuerdo a sus propias leyes nacionales y se sumen a los esfuerzos mundiales por limitar el cambio climático.

Así pues, el Acuerdo de París entrará en vigor once meses después de pactado, lo cual constituye un tiempo récord para cualquier tratado internacional. El protocolo de Kyoto, que es su predecesor, se demoró ocho años en entrar en vigor. Esto demuestra la voluntad de los gobiernos mundiales por hacer efectivos sus compromisos nacionales de reducción de las emisiones.

Continuando con ese impulso, Canadá se sumó a la lista de países que ratificaron el acuerdo dos días después del anuncio de la Unión Europea. Los países de América Latina tampoco se quedan atrás: el acuerdo ya se ha ratificado en Argentina, Brasil, Bolivia y Perú, y otros países se encuentran en proceso de hacerlo. En Colombia, por ejemplo, se radicó en el mes de septiembre un proyecto de ley ante el congreso que deberá después ser avalado por la Corte Constitucional.

La entrada en vigor constituye un gran logro pues permite que los países inicien su labor de mitigación. La rapidez con la que esto se consiguió es un buen augurio para el futuro de nuestro planeta. Queda esperar a que más países se sumen a este esfuerzo colectivo, y que juntos logren crear un camino de desarrollo más sostenible y equitativo.