¿Cuáles son los retos que enfrenta Latinoamérica en la implementación de sus compromisos climáticos?
¿Cuáles son los retos que enfrenta Latinoamérica en la implementación de sus compromisos climáticos?
Obtener financiamiento, involucrar al sector privado, fortalecer la transparencia y aumentar la ambición en las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) son algunos de los desafíos que atraviesan los países de Latinoamérica en la creación y puesta en marcha de sus NDC.
Representantes del sector público y privado de Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, México y Perú, se reunieron el 25 y 26 de enero en Lima, para intercambiar experiencias sobre sus avances hacia la implementación de los compromisos nacionales asumidos bajo el Acuerdo de París. Los participantes del taller internacional: Camino a la Implementación de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC), organizado por la Alianza Clima y Desarrollo (CDKN), la Fundación Futuro Latinoamericano (FFLA) y la consultora peruana Libélula, tuvieron la oportunidad de generar conocimientos a partir de los aprendizajes compartidos y establecer una red de contactos que pueda apoyar a los países en su camino hacia la implementación de sus compromisos climáticos.
Durante los dos días, los participantes expusieron la complejidad que implica la puesta en marcha de las NDC. Se resaltó la importancia de involucrar a los diversos sectores de la sociedad y la idea de vincular los NDC con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, adoptados por Naciones Unidas, para garantizar el éxito de su implementación.
Aida Figari, del programa LEDS LAC, explicó que en el 2015 muchas acciones climáticas eran puntuales, pero desde el año pasado se pudo observar que los países están enlazando las iniciativas bajas en emisiones y de adaptación al cambio climático con los temas de desarrollo económico y social.
Por su parte, Juan Ladrón de Guevara, del Consejo Nacional de Producción Limpia de Chile, sostuvo que la ejecución de las contribuciones no debe verse como un costo sino como una oportunidad de desarrollo. “Las NDC son la oportunidad para ser más competitivo, pero se necesita mejorar el discurso y comunicar mejor los procesos de creación y puesta en marcha de las NDC para que todos los sectores involucrados comprendan las oportunidades en el desarrollo limpio. La inversión que se hará en los próximos años tiene que ser verde”, indicó.
Marcos legales, sector privado y municipios frente al cambio climático
Durante el taller quedó claro que obtener financiamiento es uno de los grandes retos que enfrentan los países para la puesta en marcha de sus contribuciones climáticas. La mayoría de las naciones de la región han presentado sus NDC ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) pero podrían elevar la ambición de acuerdo a la recepción del apoyo internacional.
Andrea Rudnick, del programa MAPS y además consultora en temas de sostenibilidad, dijo que los problemas de financiamiento son transversales. “En Latinoamérica no se cuenta con fondos climáticos permanentes, por eso es necesario crear fondos nacionales que puedan complementar los fondos internacionales. Por otro lado si no se implementan marcos legales y leyes y, por ende se generan metas climáticas de manera vinculante a nivel nacional, se corre el riesgo que las NDC solo sean un acuerdo político”, indicó.
Involucrar al sector privado es aún una tarea pendiente en muchos países de América Latina. Por ejemplo Laura Avellaneda del Ministerio del Ambiente del Perú sostuvo que “la contribución de Perú recoge información trabajada en las regiones, pero hubo poco involucramiento del sector privado, por ello es un área que desde ahora se está priorizando”. La peruana informó que Perú está avanzando y viene elaborando un Sistema Nacional de Transparencia (donde se incluirá el ya establecido Infocarbono) que permitirá monitorear los avances de la implementación de la NDC.
En el caso de Colombia, en donde hay un mayor avance en este sentido, se estima que el 60% de acciones para lograr la implementación de las NDC provendrán del sector privado. Además cada sector de la economía colombiana tiene una serie de medidas identificadas para reducir las emisiones.
Luis Reyes, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Energía en El Salvador explicó que la NDC de su país está centrada en aminorar las emisiones del sector energético y al 2025 el 30% de la energía eléctrica en el país será en base a fuentes renovables. Para lograrlo Reyes explicó una metodología que podría ser usada en diversos países de la región. “Se trabajará de la mano con las empresas privadas que hacen la inversión para el sector energía según los lineamientos definidos por el Gobierno. Aún tenemos que trabajar con los gobiernos municipales porque no están integrados, y la transparencia para hacer seguimiento a las iniciativas es un gran reto”, dijo.
Donde sí existe un lazo de trabajo fuerte con los municipios vulnerables es en México, sobre todo en los temas de adaptación. El país es el 13° emisor de GEI, pero la meta está clara. El pico máximo de emisiones se dará en el 2026, y hace unas pocas semanas se dio a conocer que se han eliminado los subsidios en la gasolina, que permitirá acelerar el trabajo climático de los mexicanos.
Agentes de cambio en la región y cooperación entre países
Latinoamérica, al ser una región particularmente vulnerable al cambio climático y donde ya se ven las consecuencias climáticas, necesita con cierta urgencia programas de adaptación. Una de las acciones más ambiciosas de conseguir en ese sector se desarrollará en Colombia, dado que a través de la puesta en marcha de la NDC se espera que en el 2030 el 100% del territorio cuente con medidas de adaptación, sin duda una iniciativa que debería inspirar a otros países de la región.
A pesar que en Chile se necesita mejorar la institucionalidad y designar a una autoridad encargada de implementar la NDC, y que influya en todo el aparato estatal no solo en pocos sectores, existe un proceso interesante de cambio. Actualmente se está trabajando con los gremios de distintos niveles. “Convencemos a los gremios que hay temas que pueden abordar. Se define una hoja de ruta de cambios sobre consumo y residuos…el estado brinda la parte técnica y el privado ofrece sus dudas y preguntas. Así se propone una hoja de ruta que se implementa en dos años”, finalizó Ladrón.
Un reto común identificado durante el taller fue la necesidad de establecer en cada país un Sistema de Monitoreo, Reporte y Verificación (MRV) que permita hacer un seguimiento sectorizado del incremento y disminución de emisiones y sobre ello generar acciones y/o políticas públicas.
Al finalizar el taller se pudo concluir que existe una sensación de apuro, hay mucho trabajo por hacer y poco tiempo para ejecutar. Sin embargo, eventos como este pueden agilizar mucho el proceso. Se pudo ver que si bien existen diferentes realidades en cada país, existen también muchas convergencias, y lo que le funciona en un país, puede servir como inspiración para implementar en otro. Tener canales para compartir experiencias es una buena herramienta para acortar tiempos. Todas las experiencias aprendidas durante este encuentro serán resumidas en un informe que será compartido a través de las redes de las instituciones organizadoras.