Cómo ganar el debate sobre el cambio climático-un plan de cinco puntos

Cómo ganar el debate sobre el cambio climático-un plan de cinco puntos

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Fecha: 12 de diciembre, 2013
Autor/a: CDKN Global
País, región: América Latina y el Caribe

Escrito por: Simon Maxwell, Presidente Ejecutivo de CDKN

He estado preocupado sobre cómo ganar la discusión sobre el cambio climático. Cuando (quizás, si ocurre que...) llegue a ser Primer Ministro, este es mi plan de cinco pasos:

  1. Encontrar una manera sencilla de contar la historia;
  2. Crear un mensaje positivo sobre los beneficios transformacionales de tomar acción;
  3. Trabajar un paquete de políticas que apoye a la transición y ayude a los perdedores;
  4. Formar un grupo de liderazgo que logre un consenso a largo plazo; y
  5. Centrarse continuamente en la aplicación.

Hay demasiado material aquí para una sola pieza, así que esta es la Parte Uno. Viene más.

¿Por qué necesito un plan? Porque enfrentar el cambio climático es difícil.  A menudo se siente como que damos dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás. Cada tanto un evento trágico como el Tifón Haiyan domina las primeras planas de las noticias y la gente establece un vínculo entre el cambio climático y la frecuencia o la severidad de los desastres naturales.  Pero luego volvemos a la normalidad, discutiendo sobre quién hará qué cosa, y sobre los pequeños detalles de los impuestos, los subsidios o las regulaciones.

No debe sorprendernos.  Todas las políticas tienen ganadores y perdedores.  Basta preguntarle a la industria Alemana, preocupada por los altos precios de la energía causados por la ‘energiewende’, la transición hacia las energías renovables.  O a los electores Australianos, aparentemente tan renuentes a un impuesto sobre el carbono que derrotaron en votación al Gobierno de Kevin Rudd.  O hablar con los ciudadanos del Reino Unido, que realizan vehementes campañas contra las centrales eólicas, la extracción de gas por fracturación.  O al alza en los precios de la energía.  Por supuesto, en el largo plazo, todos ganan si se puede evitar el cambio climático.  En el corto plazo, sin embargo, la cantidad y la distribución geográfica de los perdedores potenciales hacen que el diseño de políticas sea excepcionalmente complejo. Recuerdo haber estado en una oportunidad en una cena con un ministro de cambio climático del Reino Unido, quien dijo abiertamente ‘debe usted entender que por cada empresa haciendo lobby para obtener mayor apoyo a la adopción de energías renovables, hay tres esperando detrás de mi puerta haciendo lobby por reducirlo.  Y ¿sabe usted qué? Los ministros hacen bien en preocuparse sobre el futuro del empleo en las zonas deprimidas el país, donde muchos de los empleos actuales están en la industria pesada, devoradoras de energía.

Entonces, ¿qué hacemos?  Acabo de volver de Colombia, de manera que algunos de los ejemplos que siguen a continuación vienen de allí.

1. Encuentre una manera sencilla de contar la historia

En primer lugar, la ciencia es inequívoca en cuanto a que el cambio climático inducido por el hombre es real – pero la ciencia está lejos de ser simple.  Francamente, he leído el último ‘Resumen para los Formuladores de Políticas’ del IPCC; los titulares son lo suficientemente claros, pero es difícil de seguir. Se necesita (bueno, tal vez usted no, pero yo sí) ayuda para entender cosas como el Forzamiento Radioactivo y los Caminos de Concentración Representativa.  Aquí hay una buena explicación de CCRs; resultan ser modelos diferentes y no relacionados, más que escenarios vinculados. Ello es importante si usted está tratando de leer el informe.

También los números totales son difíciles de comprender. Por ejemplo, yo entiendo el punto de que las concentraciones de CO2 en la atmósfera han alcanzado 400 partes por millón, y que eso es 40% más alto que los niveles pre-industriales – pero entonces, pienso, un momento, eso significa que el CO2 se ha incrementado en cerca de 100 partes por millón, lo que es equivalente a una parte en cada 10,000.  Eso no parece mucho. Imagínese 50 botellas de un litro de agua y añada una cucharadita de CO2, ¿Y eso hace toda esa diferencia? ¿Y añadir una más terminaría con el mundo como lo conocemos? Eso supongo.

O tomemos otro ejemplo. Las emisiones actuales van por las 50 Giga toneladas de CO2 equivalentes al año (ver el Informe de UNEP Superando la Brecha).  Eso suena como un montón, y lo es.  Pero ¿Cuánto es una giga tonelada, en realidad? Leo en algún lugar que una giga tonelada es suficiente para llenar el Mar Negro, pero eso no ayuda, a menos que pueda usted visualizar el área y la profundidad del Mar Negro.

Así, la comunicación al público necesita de ejemplos simples que signifiquen algo para la gente. A veces es mejor usar números, a veces historias, a veces láminas.  Es por eso, como he sostenido antes, que necesitamos entender el perfil Myers-Briggs de la audiencia: ver mis ideas en alterando el status quo psicológico.  También, como aprendí de Jonathan Haidt, el impacto en diferentes personas responde a diferentes detonadores – empatía, cargo, etc. . . ., de manera que el mensaje necesita ser trabajado apropiadamente.

Esto es lo que yo hago:

Primero, como he señalado, mantenerlo simple, redondeando hacia arriba, redondeando hacia abajo, y evitando rangos y probabilidades.  Por ejemplo, en giga toneladas, es importante saber que tenemos un presupuesto global de cerca de 1000Gt de CO2 para siempre, y que ya hemos usado la mitad de eso.  De manera que, a los niveles actuales de uso, sólo nos queda suficiente para 20 años – y las emisiones siguen creciendo.  Eso es muy útil.

Segundo, usar “hechos contundentes” de alto nivel – como el presupuesto global de carbono. Encuentro que los costos de los desastres son poderosos: Las inundaciones de Pakistán en el 2010 costaron 8% del PIB, la Súper Tormenta Sandy más de 75,000 millones de dólares.

Tercero, algunas buenas imágenes. Por ejemplo:

 

WorldBank_EuropeanCities

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  • Otro mapa que da en qué pensar, esta vez muestra la zona adecuada para el cultivo del café robusta en Uganda, como es ahora y cómo sería si la temperatura se elevara en 20 C.  Este es del Plan de Adaptación Nacional de Uganda para el Cambio Climático del 2007, y muestra que el café casi desaparecerá de Uganda a menos que se pueda encontrar una nueva tecnología.  El café, recuerde, emplea 3.5 millones de personas en Uganda, y contribuye al 30% de los ingresos por exportaciones. Hay muchos ejemplos similares – el té en Kenia, por ejemplo, o el café en Colombia.  En Colombia, el café subirá 400 metros la montaña, un cambio muy importante y si es que hay alguna montaña a donde pueda subir.

 

UgandaNationClimateChangeActionPlan

 

Cuarto, hágalo personal. Los ejemplos anteriores se relacionan con los efectos, ¿Qué hay de las emisiones?  He probado varias maneras de visualizar la giga toneladas, pero al final vuelvo a las emisiones actuales y futuras a un nivel personal.  En total, parece que actualmente estamos emitiendo como 7 toneladas per cápita en promedio, de todas las fuentes, por supuesto mucho más en los países ricos y mucho menos en los más pobres.  Para el 2050, esa cifra tendrá que caer a quizás no más de 2 toneladas (una cifra avalada por el Comité de Cambio Climático del Reino Unido, pero que bien puede estar del lado generoso si los esfuerzos para la mitigación no se aceleran).

Para ver lo que eso significa, es bueno animar a la gente a completar una calculadora personal de carbono, de las que se encuentran en la mayoría de países desarrollados, aunque probablemente no para los más pobres.  Para el Reino Unido, aquí hay una calculadora. Colombia tiene una calculadora aquí.  Me pregunto cuántos países en desarrollo tienen calculadoras personales. ¿Alguien ha hecho un registro de ello?  Dos toneladas, por supuesto, no es mucho en una economía moderna.  La mayoría de quienes trabajamos en el cambio climático emitimos más bien por encima que por debajo del promedio nacional para nuestro país, especialmente si volamos por trabajo.  Para cualquiera que viva en Colombia, 2 toneladas es suficiente para volar a Beijing, pero no para volar de vuelta a casa.

Como alternativa, aquí hay un ejemplo que usé en Colombia.  El país ya emite 1.6t per cápita y está creciendo en 4% al año, lo que significa que la economía se está duplicando cada 18 años.  A esa tasa, el PBI se elevará en cuatro veces para el 2050, tal como necesita hacerlo si se va a enfrentar la pobreza.  Pero Colombia sólo podrá usar un 25% más de Co2 per cápita.  En Colombia, dicho sea de paso, y esto no está desvinculado, los sectores más dinámicos son los petroquímicos y el carbón, que juntos alcanzan más de la mitad de todas las exportaciones.  Por supuesto, las emisiones se contabilizan al punto del uso, más que al punto de extracción, así que no aparecen en el presupuesto de carbono de Colombia.

Quinto, establezca una conexión emocional.

Idealmente, la gente necesita experimentar la realidad del cambio climático sobre el terreno, pero a falta de eso, la televisión puede ayudar.  Las imágenes de desastres como el de Haiyan conmueven a la gente.  O un gran comunicador puede tocar el corazón de las personas.  Recuerdo una vez que estaba en Davos escuchando a Bill Clinton contar una historia sobre el tsunami.  Cuando hacía una pausa, se podía oír si caía un alfiler.  He repetido la historia, por supuesto citando la fuente, y he tenido un impacto similar.  Clinton ha utilizado la historia en otros lugares y aquí está, tomado de un discurso que dio para una reunión sobre prevención y preparación para desastres:

‘Quisiera cerrar con sólo una historia para recordarles de qué se trata todo esto.  La última vez que fui a Aceh, fui a uno de los campamentos para desplazados internos donde vivían cientos de personas.  Todas estas pequeñas comunidades, estas pequeñas comunidades improvisadas, eligen a un líder comunal para que los represente mientras están allí.  Tenía a mi lado a una joven mujer indonesia que había sido reportera de televisión.  Ella dejó su trabajo para ser intérprete y trabajar con la gente de los campamentos hasta que terminara la reconstrucción.  Así que ingresamos al campamento y fui recibido por el líder electo de la comunidad, un tipo como cualquier otro que vivía en el campamento, y por su esposa y su hijo.  Este pequeño niño suyo, de nueve años, era el niño más hermoso que he visto jamás.  Fue impactante; apenas pude recuperar el aliento cuando lo miré: ojos luminosos, sonrisa brillante. Así que le dije a mi joven intérprete: Creo que este es el chico más guapo que he visto en mi vida. Ella dijo: “Sí, es un niño hermoso. Y antes del tsunami, tenía nueve hermanos y hermanas. Ahora todos han desaparecido.

Finalmente, pero llegaremos a eso en la siguiente parte, deje a la gente sintiéndose empoderada, no impotente, con un mensaje optimista de que algo se puede hacer.  Como observó Anthony Giddens en su libro sobre la política del cambio climático, Martin Luther King no estremeció a su audiencia en 1963 recitando ‘Tengo una pesadilla’ . . .

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