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El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (ICCP) es el organismo más confiable en información con base científica sobre Cambio Climático. El ICCP está compuesto en esencia por científicos que recopilan y extraen conclusiones de los miles de estudios científicos que se producen cada año sobre el fenómeno del Cambio Climático, y que en ocasiones apuntan hacia lados contrarios.
Hace pocos días el ICCP reveló un estudio donde advierte sobre la creciente ocurrencia de eventos climáticos extremos en todo el mundo e identifica los riesgos que esto implica para los países.
“Las pérdidas económicas por eventos de clima extremo son más altas en los países desarrollados pero las personas que mueren por estos eventos se concentran más en los países en vía de desarrollo”, dijo la Dra. Kristie Ebi, una de las investigadoras del ICCP en una rueda de prensa hoy en la sede de la COP17 en Durban.
Según el reporte, el 95 por ciento de las personas que mueren por culpa de climas extremos están en países en vía de desarrollo.
Ebi reconoció que esta cifra sólo contempla las muertes directas, como por ejemplo ahogados en inundaciones, deshidratados en olas de calor o personas que mueren aplastadas al colapsar sus casas a causa de un huracán. La cifra podría entonces ser más alta si se tiene en cuenta que estos fenómenos climáticos tienen repercusiones indirectas y, con frecuencia, a largo plazo. Las inundaciones recientes en algunas provincias de la India, en la que miles de agricultores perdieron sus cosechas y sus depósitos de alimentos, desataron una ola de suicidios. Esas muertes no son contempladas por el ICCP aunque tienen una relación estrecha con el clima.
Igualmente varios países tropicales han reportado un aumento en los casos detectados de malaria (transmitida por un mosquito que ha colonizado zonas antes muy frías para su existencia) o en otros casos las muertes pueden ocurrir por enfermedades relacionadas con el estancamiento de las aguas. “Claramente hay un subregistro de estas muertes”, reconoció la Dra. Ebi.
Pese a la marcada diferencia en cuanto a las fatalidades relacionadas con el cambio climático entre los países desarrollados y los subdesarollados, cuando se refiere a los costos asociados al cambio climático las diferencias no están asociadas a los dos extremos de riqueza: los más pobres o los más ricos.
Al contrario, sobre quienes pesa el mayor costo por calamidades asociadas al cambio climático son los países que se encuentran en el medio, digamos los parcialmente desarrollados. Como Colombia.
Según el ICCP, los países desarrollados suelen perder el 0,1 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) por este tipo de catástrofes asociadas al clima (los daños son casi insignificantes frente al tamaño de sus economías). En el otro extremo, los países más pobres (o en vía de desarrollo en la jerga de Naciones Unidas) pierden cerca del 0,3 por ciento de su PIB (aunque más significativas que para un país rico, su infraestructura es tan pobre que las perdidas suman poco). En cambio los países que se encuentran en un punto medio entre ambos extremos, como Colombia, pagan un costo más alto: su infraestructura vale más aunque su economía es pequeña.
Cuando casi nadie da un peso por la idea de que de la conferencia de Durban surja un acuerdo para revivir el Protocolo de Kyoto, el único acuerdo internacional que obliga a los países desarrollados a reducir sus emisiones de carbono, Ebi hizo un llamado esperanzador. “Aún hay muchas estrategias disponibles que no necesitan de acuerdos internacionales para ser puestas en práctica, ni siquiera de acuerdos nacionales”, dijo Ebi. “La gente puede empezar a actuar por su cuenta ahora mismo”.
Lorenzo Morales
Enviado especial de la revista Semana (Colombia) a la COP-17 en Durban.
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